DE NO CREER

 

Anaya Peterson tenía admiración por la influencer australiana Amber Luke, y quiso imitarla. El resultado no pudo ser peor: tras no hacerle caso al consejo de uno de sus hijos por el riesgo a una posible ceguera, se tatuó los globos oculares y ahora está perdiendo la visión.

Anaya, una estudiante de derecho, estaba asombrada por la modelo australiana Amber Luke , quien se tatuó los globos oculares de un azul intenso y se quedó ciega durante tres semanas. A pesar de que Luke recuperó la vista, parece que Peterson, de 32 años, podría perder la vista para siempre.

“Solo iba a tatuarme un ojo, porque pensé que si me quedaba ciega, al menos tendría el otro. Debería haberme quedado con eso”, se lamenta Peterson al sitio Kennedy News.

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