Desde el exterior, el instituto de secundaria Lincoln Park se parece a cualquier otro de Estados Unidos: ladrillos arenosos, autobuses escolares estacionados en la puerta y la bandera del país 🇺🇸 ondeando al viento.
Sin embargo, junto con los sonidos de las adolescentes que van a clase en sus aulas, se escuchan los llantos y balbuceos de los bebés.
En sus paredes, los carteles que animan a ir a la universidad comparten espacio con los que promueven servicios de atención al embarazo y clases para padres.