Mauro Stendel, argentino radicado en Miami, mandó al Congreso de la Nación una encomienda con 256 palas, una por cada Diputado con la excepción de Milei, a quien reivindica.
“Es una manifestación de mi frustración y de mi enojo. Son un chiste los diputados. Si mi empresa va a pérdida, yo no duermo hasta que la situación mejore. El país se hunde y ellos cada vez trabajan menos”, ADEMÁS contó también que gastó casi un millón de pesos en la compra de palas, el envío y la logística.