Al enamorarse de alguien, uno cuenta con la incertidumbre de no saber si ese sentimiento de amor es recíproco. Además, en muchas ocasiones poder llegar a comprobar si le gustamos a esa persona puede presentar una gran dificultad. Una persona enamorada ofrece muchas pistas o señales para develar sus intenciones constituidas dentro de lenguaje corporal.

Es por eso que MDZ se comunicó con Marcelo Sola, especialista en Comunicación no verbal y director de la consultora HCC Integral, para conocer en profundidad aquellas señales que debemos tener en cuenta y que nos ofrece el lenguaje corporal de la otra persona para saber si nuestro amor es correspondido.

En primer lugar, remarcó la importancia de la comunicación no verbal a la hora de seducir a alguien y señaló que es fundamental ya que el lenguaje corporal y nuestra gestualidad pueden revelar mucho más que a la hora de hablar con la otra persona. “De la totalidad de los mensajes, el 55% corresponde al lenguaje corporal, el 38% a aspectos de la voz (tonos, matices, velocidades, entre otras características), y sólo el 7% corresponde a las palabras”, explicó el especialista.

Luego, continuó su descripción aludiendo a que todo el conjunto de nuestra gestualidad sirve para complementar el mensaje que intentamos dar, y señaló que si entre ambos aspectos, la comunicación no verbal y nuestras palabas, no hay una coincidencia, esto genera desconfianza y falta de credibilidad por parte de nuestro interlocutor.

En ese sentido también se refirió a la forma de conocer gente a través de las aplicaciones de citas y las redes sociales, y explicó que allí se limitan las posibilidades de comprobar si el sentimiento de amor o la efectividad de la seducción es positiva: “Lo mejor es conocer a través de una charla cara a cara, así podemos aventurarnos en una gran variedad de señales que, a través de una foto fría como las que muestran estas aplicaciones, se pierden”. “A través de las aplicaciones sólo vemos una foto fría. Puede tratarse de la persona más linda del mundo, pero si después no sabe hablar o demostrarnos con el lenguaje corporal, eso también juega en contra”, añadió.

En cuanto a la habilidad emocional, expresó que son las mujeres quienes cuentan con mayor capacidad respecto a los hombres en temas del amor. Son, en cierta manera, más seductoras o demostrativas, ya que son quienes prestan más atención a la apariencia personal, por ejemplo, mientras que los hombres -en general- son más reservados. “Las mujeres son seductoras por naturaleza. En cambio, los hombres son más directos“, afirmó.

Para cerrar la comunicación, Marcelo Sola brindo una serie de señales que uno debe tener en cuenta a la hora de saber si la otra persona, de la que estamos enamorados o a quien estamos seduciendo, siente atracción hacia nosotros o si ese sentimiento de amor que profesamos es recíproco.

La mirada

El profesional señaló que la mirada es una de los principales señales que debemos tener en cuenta si nos encontramos inmersos en un enamoramiento o dentro de la situación de seducir a otra persona. Cuando observamos a una persona que nos gusta o nos atrae, marcó, nuestros ojos muestran un brillo singular.

Es así que se centra la atención y la mirada en la otra persona, generando a su vez la mirada fija, aquella que delata nuestro interés en la otra persona. Sola también señaló aquí que ese juego de mantener las miradas entre ambos puede significar encontrarse en la misma sintonía. Por ejemplo, si dos personas se encuentran en algún bar, la mirada puede ser el primer indicio para saber si uno puede continuar con el proceso de seducción.

Aquí también describió dos situaciones, mantener la mirada atenta a los ojos de la otra persona demuestra intención de amor, flirteo, seducción, un nivel más profundo, a diferencia de una persona que en vez de mantener la mirada contra la del otro, pasa a observar diferentes partes del cuerpo de éste, esto demuestra intenciones destinadas en mayor medida a una intención sexual.

La importancia de la gestualidad en el rostro

Aparte de la mirada, los demás gestos faciales influyen y conforman otras señales a las que debemos prestar atención ya que pueden demostrar el interés de la otra persona hacia nosotros.

La sonrisa fue descripta como una señal importante en la demostración de amor o intenciones de seducción. Cuando uno siente una compañía que produce cierta sensación de agrado, aparece inconscientemente una sonrisa. Otro aspecto es la forma de humedecerse los labios, el profesional reveló que si realiza el gesto de pasarse la lengua sobre el labio inferior demuestra atracción hacia la otra persona.

Además, apuntó a la acción de acomodarse el cabello constantemente como otro signo de interés. A veces esto puede denotar rastros de nerviosismo, pero también implica la necesidad que está en uno de contar con el cabello arreglado de la mejor manera en todo momento posible.

Postura

Otra de las señales importantes, en el caso de pasar a dialogar en cercanía con esa persona, es la postura que ésta adopta. En este momento de la conversación, el especialista señaló que un signo de atracción nos habla de la posición de su cuerpo para interactuar con uno, es decir, que apunte hacia nosotros.

También hablo del caso de la posición de los brazos y remarcó que manifiestan lo mismo una posición de manos cruzados que mantenerlos situados alrededor del torso con liviandad. Esto puede depender del contexto y en algunos no tendrá relevancia, pero para el caso de intentar seducir a alguien, uno no cruzará los brazos ya que este proceso implica la posibilidad de empatizar con el otro.

Esto también se puede explicar en el sentido de que mantener los brazos cruzados por delante de nuestro pecho implica una necesidad de protección, mientras que liberar nuestro torso indica una posibilidad de continuar.

Escuchar y prestar atención

Sola hizo hincapie en este punto y reveló que es fundamental escuchar a la otra persona y prestar atención a lo que nos cuenta y a los intereses.

Recordar datos o gustos que haya revelado con anterioridad, aunque parezca que carece de importancia, o también expresar curiosidad por sus pasatiempos y aficiones y orientar la charla por ese sendero demuestran signos de atracción hacia la otra persona.