Agujero negro, ‘fantasma’ galáctico y un planeta completamente desconocido están entre las categorías con las que se ha descrito al Planeta 9.
Es una nave gigantesca que cada cierto tiempo se abastece de energía del sol, directamente del plasma solar y que está apantallada (camuflada) en IR (infrarrojo) y otros espectros de luz, también en camuflaje digital y cambia de posición a voluntad haciendola aparentemente indetectable. Sin embargo tiene su propia gravedad y deja “rastros” por donde se mueve que permiten ciertas lecturas de datos que son equivocadamente confundidos con los datos de un planeta “fantasma” por su gran tamaño.