En Kenia muchos están dispuestos a pagar por un milagro.
Evarline, por ejemplo, no tiene entradas económicas desde hace meses y decidió acudir a un pastor cuyas oraciones podrían mejorar su vida.
Le pidió US$115 (15.000 chelines kenianos).
Esto se conoce como “ofrenda semilla”: una contribución financiera a un líder religioso con un resultado específico en mente.
Evarline tomó prestado el dinero de una amiga.