“Estuve ahí”. Así recuerda la científica argentina Florencia McAllister al momento de la muerte de su mamá, quien tenía 55 años. “Me quedé impresionada cuando me dí cuenta que era una enfermedad tan agresiva”, detalló.
La madre tuvo un cáncer de páncreas. Desde entonces, McAllister usó todo lo que había aprendido al ser científica y médica para comprender mejor por qué se trata de un cáncer tan agresivo y qué se puede hacer para contar con más tratamientos efectivos. Ahora, lleva adelante un estudio que evalúa al trasplante fecal -también llamado “trasplante microbiano fecal”- como una potencial terapia para los pacientes.