La inscripción es del año 78 d.C., y corresponde a un certificado de compraventa de aceite de oliva.
El hallazgo muestra el valor que se le daba al aceite de oliva en la antigüedad, así como la importancia de las transacciones comerciales en el mundo clásico. Este interesante descubrimiento abre nuevas posibilidades a la investigación arqueológica y aporta información invaluable sobre la vida diaria de lenguaje cotidiano.
La inscripción es del año 78 d.C. y se encuentra en una losa de piedra de la región mediterránea. El recibo es una prueba histórica significativa de la práctica comercial de la época, indicando la importancia del aceite de oliva del Mediterráneo en su tiempo.
