Investigan el genoma de 1.300 especies del mamífero para saber cómo hospedan todo tipo de virus sin enfermarse. Así crearían drogas para “imitar” ese sistema inmune.
Los únicos mamíferos voladores se dividen en más de 21 familias y 1.300 tipos, cuyos genes son actualmente objeto de estudio con la finalidad de encontrar la llave que responda cuál es el secreto que regula su sistema inmune.
Los murciélagos -que de ellos se trata- no sólo son los animales que la narrativa del Covid ha ubicado como disparadores de los primeros contagios en la ciudad china de Wuhan, sino que a su vez parecen ser la clave que ayudaría a los humanos a combatir una próxima pandemia.
De la investigación, bautizada Bat1K, participan diferentes instituciones científicas del mundo que -según anunciaron ya- llevan descifrado el genoma de 80 especies de murciélagos.
Se trata, en suma, de una carrera contrarreloj en los laboratorios contra los patógenos. Algunos expertos ya pronostican que la próxima pandemia podría ocurrir aproximadamente en una década, y la incógnita es si la ciencia básica y la aplicada llegarán a aportar nuevas armas que permitan aplacar su eventual impacto.