La mujer, de 36 años, comenzó a trabajar mientras estudiaba un posgrado en Educación; viajó por todo el mundo y hasta le dieron una tarjeta de crédito exclusiva
Volar en primera clase, tener bienes de lujo e incluso gozar de tu propio mayordomo. Kathryn Lord detalló cómo es su vida desde que trabaja para personalidades multimillonarias como niñera, al rodearse de privilegios y regalos que le otorgan sus clientes. Pero la mujer, de 36 años, destacó una regla que debe cumplir: “No podía decir que no”.
Lord, que destacó la humildad de las familias multimillonarias para las que trabajó, aseguró también que fueron muy generosas con ella: desde regalarle prendas de lujo hasta cederle viviendas para pasar las vacaciones. Aunque había una cosa que no tenía permitido hacer: “No podía decir que ‘no’ a los pedidos del pequeño”. Así, la empleada contó que recibió una “tarjeta de niñera”, de crédito, exclusivamente para los gastos del niño.