La mayoría de los negocios de los principales centros comerciales del Conurbano están funcionando. Pero el movimiento es escaso y prevén cerrar más temprano.
Vicente López, San Isidro, Tres de Febrero y San Miguel, entre los municipios que atienden al público con normalidad.
“No podemos darnos el lujo de perder el día de trabajo”. La frase se replica en los centros comerciales de todo el Conurbano. Más de la mitad de los comercios ubicados en las principales avenidas están funcionando. En general, fueron los propios dueños los que levantaron las persianas y atienden al público.
El contraste es la falta de clientes. A pesar del día soleado, poca gente salió a la calle. Las confiterías están vacías. Tampoco se ven muchos autos circulando al mediodía. Y en los pocos colectivos que circulan, casi no hay pasajeros.
Algunas municipalidades atienden con normalidad: son las de Vicente López, San Isidro, Tres de Febrero y San Miguel.
“Llegaron a eso de la 1 de la mañana y se quedaron en la puerta hasta las 3. Después se fueron. A las 4 salieron nuestras unidades. Más allá del momento de tensión, no hubo agresiones ni grandes complicaciones”, le dice a Clarín Marcelo Pasciuto, director de la empresa de colectivos DOTA.
“Estimamos que unos 3.700 colectivos están trabajando. También el autobús de Lomas de Zamora, que es una línea local”, agregó.
Las estaciones de ferrocarril están desiertas, consecuencia lógica de que no circulan los trenes, pero muchos de los pequeños locales ubicados en sus alrededores abrieron.
Los supermercados también están atendiendo en una jornada en la que, por lo menos durante la mañana, no abundaban las ventas.
En Monte Grande, Adrogué, Lomas centro, Avellaneda centro y Lanús, por ejemplo, se ven negocios abiertos desde temprano. Pero algunos harán horario reducido. En varios casos, coordinaron entre locales para acompañarse en la apertura y el cierre.
“Acá cerca de la peatonal hay varios que abrimos y estamos en contacto para hacerlo en los mismos horarios, porque lógicamente hay poca gente en la calle. Abrimos al mismo tiempo y cerramos a la vez. Después, los que no tenemos movilidad, iremos juntos en un Uber y dividimos los gastos“, cuenta el encargado de un quiosco cercano a la peatonal Laprida que prefirió no dar su nombre.
Una empleada de un quiosco en Monte Grande contó que también abrió, pero menos horas: “Vamos estar de 10 a 17, antes de que anochezca ya cerramos porque hay poca gente”.
En San Miguel y José C. Paz también se ven muchos comercios funcionando. “Los dueños o algunos empleados están adentro de los locales pero hay poca gente. Muchos incluso ya piensan en cerrar a media tarde si no aparecen los clientes“, cuentan.
Se ven abiertos comercios de todos los rubros. Los restoranes también ofrecen sus servicios, aunque las mesas y sillas en las veredas están vacías.
En la Quinta Presidencial de Olivos hay un cordón policial, como prevención por si se llega a convocar algún tipo de marcha. Muchos amantes del running aprovecharon el día de paro para salir a correr a su alrededor.
Con información de Zonales.