Son los datos oficiales de todo el país. Al cierre del 2023 había 125.041 personas alojadas en cárceles, comisarías o en prisión domiciliaria. El año anterior había sido de 117.810. El 94% de los detenidos son de nacionalidad argentina y el 96% son hombres
La cantidad de personas detenidas en todo el país aumentó 6% en 2023 con respecto al año anterior. A fines del año pasado había 125.041 detenidos en todas sus modalidades: cárceles, comisarías o destacamentos de fuerzas de seguridad y prisión domiciliaria. A fines de 2022 ese número era de 117.810. Así consta en el informe oficial que todos los años realiza el Sistema Nacional de Estadísticas sobre Ejecución de la Pena (SNNEP) que depende del Ministerio de Justicia de la Nación y que cuenta con información de todo el país sobre la evolución y las características de las personas privadas de la libertad.
Esa radiografía penitenciaria del país muestra otros datos: el 94 por ciento de los detenidos son de nacionalidad argentina, el 96 por ciento hombres, hay un 20,5 por ciento de sobrepoblación y solo el 17 por ciento por ciento participaron de programas de capacitación laboral. Casi la mitad de los detenidos en cárceles están en la provincia de Buenos Aires, el distrito más poblado del país. En 2022 había 51.904 contra los 47.945 de 2022.
El informe 2023 del SNNEP al que accedió Infobae señala que el año pasado hubo 125.041 personas detenidas distribuidas de la siguiente manera: 111.967 en cárceles, 13.074 en comisarías o destacamentos de fuerzas de seguridad y 11.990 en prisión domiciliaria o con monitorio electrónico. Es la mayor cantidad desde que se hace este registro. En todos los casos los números son más altos que en 2022 cuando el trabajo recogió un total de 117.810 detenidos, de cuáles 105.053 estaban en unidades penitenciarias, 12.757 en comisarías o destacamentos de fuerzas de seguridad y 12.015 en prisión domiciliaria o con monitorio electrónico. Este último ítem fue el único que tuvo un leve descenso en 2023.
El incremento de las personas detenidas en cárceles fue del 6,6 por ciento de 2022 a 2023. La comparación histórica desde 2002 -cuando se comenzó a elaborar la estadística con información de todo el país- muestra que desde entonces a hoy el aumento de la población penitenciaria fue del 142 por ciento y con respecto a 2010 del 89 por ciento. En 2002 había 46.288 detenidos en cárceles, contra los 111.967 del 2023.
Desde el 2000 la cantidad de presos en unidades penitenciarias -en el país hay 338- creció todos los aumentos con solo tres excepciones. En 2006, 2007 y 2020, año de la pandemia del coronavirus. Ahora “se recupera la tasa ascendente, alcanzando el número más alto de población carcelaria desde que hay registros oficiales”, destaca el informe.
¿Cómo está compuesta la población carcelaria?
El informe presenta datos de quiénes son las personas detenidas. El 58,3 por ciento tiene condena. “De esta manera, se consolida el cambio de tendencia histórica en relación a la presencia mayoritaria de personas detenidas sin condena judicial”, destaca el trabajo. Desde 2002 hasta 2016 siempre fueron más las personas detenidas con procesamiento que condena. Desde ese año hasta hoy son más los condenados.
Respecto de las condenas, el SNNEP marca que el 55 por ciento de los casos del año pasado son entre tres y nueve años de prisión. “Por otra parte, y siguiendo una tendencia histórica muy marcada, los principales delitos imputados a las personas privadas de libertad fueron robos (y tentativas de robos), abuso sexual (violación), homicidios dolosos e infracción a la ley 23.737 de estupefacientes”, agrega en otro tramo.
También desarrolla un apartado del perfil de la población penitenciaria donde hay “una destacada presencia de jóvenes, de varones, de personas de nacionalidad argentina y con un bajo nivel de escolarización”. El 96 por ciento eran hombres: 107.116 varones, 4.642 mujeres, 173 mujeres trans, 35 varones trans y 1 persona no binaria. El 94 por ciento argentinos, el 4 por ciento de nuestros países limítrofes y Perú y el 2 por ciento restante de otras nacionales. Un dato curioso es que hay 721 personas en cárceles argentinas que no se sabe su nacionalidad.
De la población penitenciaria, el informe también aporta que “el 60 por ciento tenía estudios primarios o inferiores al momento de ingresar al establecimiento y el 54 por ciento tenía menos de 35 años de edad”. “Durante el año 2023 hubo un 17% de personas privadas de libertad que participaron en algún programa de capacitación laboral dentro de la institución; y también un 48% de la población penitenciaria participó en un programa de educación”, marca en otro apartado.
Un número que sigue estable es la cantidad de mujeres que viven con sus hijos en prisión. En 2023 eran 70: “Esta cifra es similar a la registrada en el período anterior y marca un fuerte descenso en relación a lo acontecido en años previos”. De 2002 a 2019 siempre fueron más de 100. Con picos de 202, 196 y 190. Desde el 2020 al año pasado fueron entre 66 y 71.
El incremento de personas presas en cárceles no va acompañado de la capacidad para alojarlas. Hay una sobrepoblación del 20,5 por ciento. Es un dos por ciento más que en 2022 cuando fue 18,5 por ciento, pero disminuyó levemente en relación al 22,9 por ciento del 2019. El informe hace una aclaración sobre este punto: “esta cifra es difícil de calcular en este tipo de relevamiento, no solamente por los sesgos propios de la fuente de información, sino también porque no todas las instituciones utilizan los mismos criterios”.
Con la cantidad de 111.967 presos en prisión Argentina tiene una taza 240 detenidos cada 100 mil habitantes. “Estos índices ubican a la Argentina cerca del promedio de la mayoría de naciones que informan -especialmente las de la región- bastante alejada de la elevada tasa de Estados Unidos (531) pero también de la baja tasa de Japón (33)”, dice el trabajo sobre ese punto.