La mediática murió en París a los 84 años. Su transformación estética y un divorcio multimillonario marcaron una vida tan fascinante como controvertida
Jocelyn Wildenstein murió en París a los 84 años a causa de una embolia pulmonar, según confirmó su pareja, Lloyd Klein, a AFP. Durante décadas, la mediática se convirtió en un símbolo de la transformación física, desafiando los límites de la apariencia humana y generando tanto admiración como controversia. Su vida estuvo marcada por el lujo extremo y el constante asombro que despertaba su figura.
Las más de 30 cirugías que le costaron más de 4 millones de dólares la llevaron a ser conocida mundialmente como “Catwoman” han sido uno de los aspectos más polémicos y comentados de su vida. Su transformación física comenzó a finales de los años 90, cuando se sometió a múltiples procedimientos quirúrgicos para parecerse a un felino, lo que según varias fuentes tenía un propósito específico: complacer a su entonces esposo, Alec Wildenstein, quien era un amante apasionado de los animales salvajes, en especial de los grandes ejemplares como el lince.
La mediática Jocelyn intentó moldear su apariencia para satisfacer los gustos excéntricos de su esposo. El primer paso en esta transformación fue una cirugía para modificar sus párpados.
A medida que se sometía a más cirugías, el rostro de Jocelyn se alteró radicalmente. Atravesó intervenciones en los pómulos, la mandíbula, los labios y otras partes de la cara. Con el tiempo, estas cirugías fueron catalogadas como extremas, y los medios empezaron a llamarla “Mujer Felina” o “Catwoman”. Su rostro tenso, con pómulos prominentes, ojos rasgados y labios exagerados, se convirtió en un símbolo de la cirugía estética extrema.
La mediáticia insistía en que logró verse como siempre quiso, pero su apariencia la convirtió en el centro de burlas y críticas, lo que la alejó de la vida pública, refugiándose en su círculo cercano y en su relación con Lloyd Klein.
Quién era Jocelyn Wildenstein
Nacida el 5 de agosto de 1940 en Lausana, Suiza, Jocelyn Wildenstein creció en una familia de clase media y modesta, pero ella tenía mayores ambiciones. Desde muy joven, soñaba con una vida llena de glamour y opulencia, lejos de su tierra natal. A finales de los años 60, decidió mudarse a París, donde rápidamente comenzó a moverse en los círculos de la élite europea.
Adnan Khashoggi, un multimillonario saudí y una figura prominente en la sociedad parisina, fue uno de los primeros contactos importantes de Jocelyn. Khashoggi era un rostro habitual en la escena de lujo de Marbella, y fue él quien presentó a Jocelyn al hombre que cambiaría su vida para siempre: Alec Wildenstein.
Wildenstein, miembro de una de las familias más ricas del mundo del arte, se preparaba para la cacería de un león que rondaba el rancho de unos vecinos. Jocelyn, que había vivido una década en África y se había convertido en una experta cazadora y piloto de aviones, le pidió acompañarlo. Este evento marcó el inicio de una relación intensa y complicada. El magnetismo entre ellos fue inmediato, y rápidamente se convirtieron en una pareja inseparable.
El 30 de abril de 1978, Jocelyn y Alec se casaron en Las Vegas, en una ceremonia que consolidó su unión y los lanzó a un mundo de lujo desmedido. Poco después de su boda, la pareja tuvo dos hijos: Diane y Alec Jr. Durante las dos décadas de matrimonio, Jocelyn también trabajó junto a Alec para construir una de las colecciones de arte privado más importantes de Estados Unidos.
Pero el 2 de septiembre de 1997, Jocelyn Wildenstein encontró a su esposo en la cama con la modelo letona Ines Misan, lo que desató una tormenta mediática sin precedentes, convirtiendo su separación en uno de los divorcios más sonados de la historia. Lo que podría haber sido solo un escándalo de infidelidad, se volvió una auténtica guerra, con episodios llenos de tensión. Alec llegó a amenazar a Jocelyn con una pistola, lo que le valió pasar seis horas en la comisaría.
El proceso de divorcio fue largo y amargo, prolongándose hasta 1999. El hombre intentó rebajar lo máximo posible la compensación económica, pero Jocelyn se mantuvo firme en su lucha por lo que consideraba justo. Finalmente, logró un acuerdo sin precedentes: recibió 2.300 millones de euros y una asignación anual de 100 millones de dólares durante los siguientes 13 años, convirtiéndose en uno de los divorcios más caros de la historia.
La separación acaparó titulares por sus cifras astronómicas y por las constantes disputas, que incluyeron acusaciones sobre las cirugías estéticas de Jocelyn y los gastos desmesurados de Alec en sus jóvenes amantes. Este divorcio mediático catapultó a Jocelyn a la fama mundial, consolidándola como una figura polémica, especialmente al difundirse las imágenes de sus transformaciones físicas.
Pese a haber obtenido una de las mayores compensaciones económicas de la historia en su divorcio, Jocelyn Wildenstein no tardó en enfrentarse a serios problemas financieros. Tras la muerte de su ex en 2008, los pagos anuales acordados se detuvieron, lo que agravó aún más su situación económica.
La socialité suiza, que alguna vez gastaba cerca de USD 900.000 al mes en artículos de lujo, incluyendo USD 60.000 dólares en facturas de teléfono, pronto se encontró en una situación desesperada. Malas inversiones, como la venta de dos cuadros importantes —uno de Diego Velázquez y otro de Paul Cézanne, uno de los cuales resultó ser una falsificación— contribuyeron a la pérdida de su fortuna.
En 2018, Jocelyn se declaró en bancarrota en un tribunal de Nueva York, afirmando que no tenía ingresos y que dependía del apoyo financiero de amigos y familiares. Su extravagante estilo de vida la había llevado a perder prácticamente todo. Incluso llegó a estar al borde del desahucio por no poder pagar el alquiler de su lujoso apartamento en la Torre Mundial Trump. Su situación se había vuelto tan precaria que aceptó realizar un documental biográfico con la esperanza de recuperar algo de estabilidad financiera y contar su versión de los hechos.
Este proyecto, ya terminado, pero sin fecha de estreno, tiene como objetivo exponer los detalles de su vida y su icónica transformación física. El documental, que será una serie en dos partes producida por HBO, promete explorar su vida desde una perspectiva más íntima, incluyendo aspectos que han quedado en la sombra, como su relación de casi dos décadas con el diseñador Lloyd Klein. “Ella realmente quiere hablar sobre su vida, lo que la impulsó, cómo construyó una vida con su prometido en medio de la locura de Nueva York”, explicó meses atrás su publicista a PAPER Magazine.
Tras su mediático divorcio de Alec Wildenstein, su vida privada siguió siendo foco de controversia, especialmente debido a su relación con el diseñador de moda Lloyd Klein, con quien estuvo en pareja casi dos décadas. Su romance ha estado marcado tanto por momentos de amor como por episodios violentos, lo que ha mantenido a la pareja en el ojo público.