Recientemente el Banco Central subió la tasa de interés para contener la inflación, lo que terminó repercutiendo en los créditos al consumo. Algunos de estos serían los préstamos personales, prendarios y de adelantos en cuenta corriente, así como también la de financiación con tarjeta de crédito.
Las 12 cuotas tenían hasta ahora una tasa nominal anual del 75%. Este número escaló al 78% desde el 1° de abril por la suba de tasas del BCRA. Finalmente, en el último tiempo volvieron a subir, ahora al 84%. A este número se le debe sumar el IVA, los seguros de saldo deudor y otros gastos administrativos terminan arrojando un costo financiero total que, depende el banco, llegan casi a duplicar esa cifra, ya que oscilan el 160% anual.
Mientras que, las seis cuotas, que tenían una tasa nominal del 75%, pasaron al 81%, siempre cuando se trate de tarjetas emitidas por instituciones financieras. Las extrabancarias tienen tasas más altas, ya que llegan a un público de menor poder adquisitivo.
La solución planteada es Ahora 12, que tiene una tasa nominal del 33% para las 12 cuotas y del 38% anual para las 24 cuotas.
Estas decisiones se marcan como una manera del Gobierno de subsidiar a las personas que cuentan con una tarjeta bancaria, así como a los que más dinero ganan, que son los que más límite tienen.