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Cómo funcionan las escuelas de cocina en las cárceles y por qué ayudan a bajar la reincidencia

Están en los penales bonaerenses desde 2017 y actualmente capacitan a casi 1.000 detenidos.

En seis años 4.475 internos obtuvieron títulos profesionales.

Y 195 al recuperar la libertad fueron incluidos en el mercado laboral.

Con las cárceles del país superpobladas mucho se habla de los presos, pero muy poco de los que recuperan su libertad. Cada año salen de las cárceles al menos 20.000 personas. Y ahí aparece el problema de la reincidencia y de la falta de herramientas con las que cuentan los presos para para insertarse en el mundo laboral una vez que quedan libres.

Hasta diciembre de 2023 había en la Argentina 106.559 detenidos. Casi el mismo número que quienes recuperaron su libertad en los últimos cinco años. Una verdadera bola de nieve que solo se puede contener con más unidades penitenciarias o con acciones que puedan darle a la población de las cárceles herramientas básicas para que no vuelvan a estar en situación de encierro.

Con ese objetivo surgieron en 2017 las Escuelas de Gastronomía CREER, desarrolladas por la empresa Cook Master en 13 unidades penitenciarias de la provincia de Buenos Aires. Desde su lanzamiento hace seis años, el programa logró que 4.475 internos obtuvieran títulos profesionales y que 195 fueran incluidas en el mercado laboral dentro del Programa CREER. De ellas, 56 ingresaron en Cook Master, donde actualmente se desempeñan dentro del equipo que alimenta a más de 100.000 personas por día.

Las capacitaciones gastronómicas dentro y fueran de las cárceles ayudaron a bajar la reincidencia de los presos liberados.Las capacitaciones gastronómicas dentro y fueran de las cárceles ayudaron a bajar la reincidencia de los presos liberados.

Dentro las 195 personas liberadas que están trabajando solo se registró un 3% de reincidencia. Además, el número es significativamente menor si se tiene en cuenta que, de los 3.690 alumnos -dentro y fuera de la cárcel- que se encuentran en el marco del programa, solo el 0,001% son reincidentes.

Uno de los egresados en las escuelas de cocina es César Benítez. Padre de dos hijos, tiene 31 años y trabaja en Cook Master desde hace 4 años. Luego de pasar por diferentes penales bonaerenses, llegó a la unidad 47 de San Martín, donde terminó de cumplir la pena de siete años de prisión. Ahí conoció la escuela, se capacitó y, después de pasar por distintos cursos, entró a trabajar en la compañía.

A Benítez la cocina le cambió la vida. En 2020, dos años después de cumplir su condena, empezó a trabajar como bachero, peló papas, y fue tomando poco a poco mayores responsabilidades. Entonces decidió formarse, hizo un curso para manipular alimentos y empezó a trabajar.

Actualmente se encarga de la recepción y distribución de la mercadería que llega a los complejos penitenciarios de San Martín, donde están las unidades 46, 47 y 48, mientras quiere seguir capacitándose para buscar un nuevo desafío dentro de la empresa.

 Desde su lanzamiento hace seis años, el programa logró que 4.475 internos obtuvieran títulos profesionales.Desde su lanzamiento hace seis años, el programa logró que 4.475 internos obtuvieran títulos profesionales.

“Para que las personas privadas de su libertad puedan recuperar su vida, reinsertarse en la sociedad y lograr una verdadera inclusión hay que generar las herramientas en el estadío previo, sembrando compromiso y responsabilidad hacia un oficio como puede ser, en nuestro caso, el de la gastronomía. Aprender a cocinar no sólo cambia la perspectiva de futuro de las personas, sino que les permite salir de la cárcel con un nuevo proyecto de vida”, explicó Nicolás Lusardi, CEO de Cook Master.

A su vez, Samanta Sacaba, directora de las Escuelas de Gastronomía CREER, aseguró que “para el Ciclo Lectivo de 2024 ya tenemos 1.300 alumnos inscriptos en la Escuela de Gastronomía CREER dentro del Servicio Penitenciario Bonaerense; algo que habla del éxito de este sistema que hemos desarrollado”.

Las escuelas de gastronomía CREER ofrecen las carreras de Panadero profesional (8 meses), Pastelería Internacional (10 meses) y Cocinero profesional (2 años). Cuentan con títulos oficiales y 17 centros de formación, equipados con cocinas profesionales en diferentes localidades. Se trata de una propuesta de educación integral y de calidad, siendo la escuela de gastronomía más grande del país.

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